viernes, 11 de junio de 2010

LECTURA VELOZ

Es muy necesario en la época actual aprender a leer rápido y comprender mejor. Vivimos en la era de la información y para mantenerse útil en la sociedad actual es necesario asimilar una cantidad enorme de lectura que llega a través de diarios, revistas, faxes, correos electrónicos e internet. Ya no basta con haber logrado un cierto nivel de estudios: es necesario actualizarse constantemente.
Para que pueda evaluar su progreso, es fundamental calcular su velocidad actual de lectura, así como su nivel de comprensión. La idea es leer el texto de evaluación sin esforzarse adicionalmente, es decir, proponerse leerlo y comprenderlo como normalmente lo está haciendo en su vida actual.
No se preocupe si obtiene puntuaciones bajas, ya sea en velocidad o comprensión. Precisamente el curso enseña a mejorar la capacidad de lectura. Tener una baja puntuación es lo normal y esperado, pues la mayoría de las personas lee y comprende mucho menos de lo que podría hacerlo.
Palabras por minuto (ppm) es igual al número de palabras divido por el tiempo en minutos.
LA LECTURA VELOZ Y LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL
Los estudios y técnicas para lectura veloz comenzaron a desarrollarse a principios de siglo cuando el volumen de la información escrita empezó a aumentar y a estar al alcance de mayor número de personas. Simultáneamente a estos hechos se desencadenó la Primera Guerra mundial y, curiosamente, estos acontecimientos se enlazarían por largo tiempo.
Muchos pilotos perdían segundos vitales durante combate al tratar de distinguir si el avión que se aproximaba era amigo o enemigo. De allí que se ideara lo que se denominó "método taquitoscópico", consistente en mostrar en una pantalla siluetas de aviones durante pocos segundos para adiestrar a los pilotos a distinguirlas.
En primer lugar, si se usa solamente este método, las personas tienen a volver a su velocidad de lectura que tenían antes. Luego, no se desarrolla una nueva habilidad que permanezca y permita percibir más rápido.
En segundo lugar, si el ojo es capaz de retener una palabra en cinco centésimas de segundo, quiere decir que en un segundo puede percibir 500 palabras. Y en un minuto, 60 x 500 palabras, es decir, ¡tendría que leer a una velocidad de 30.000 palabras por minuto! Un libro pequeño tiene esta cantidad de palabras.
En realidad, el nivel de lectura normal es de 200 a 400 ppm. El incremento en la capacidad de lectura observado con el método taquitoscópico en realidad se debe a la motivación y a la presión de practicarlo durante las sesiones que duraban los cursos. El entrenamiento taquitoscópico, en definitiva, no adiestra a leer más rápido.
En los años sesenta, se descubrió que con un entrenamiento adecuado los ojos aprenden a moverse más rápido y que la comprensión puede mantenerse por sobre la barrera de las 400 ppm.
LEER ES UN PROCESO INTEGRAL
Procuraremos enseñarle a leer de manera holística, es decir, que cada parte de su ser participe del proceso de lectura y que cada parte potencia a las demás.
EN LO FISICO.
Es necesaria una adecuada postura corporal al leer. Conviene practicar una relajación previa.
EN LO AFECTIVO.
Disponerse a disfrutar de la lectura. Leer es entrar en contacto con el autor, es entrar a otro mundo, otra realidad y otra dimensión en el espacio y el tiempo.
EN LO MENTAL.
es necesaria la retención de la información percibida y reflexionada. A mayor tensión, menor retención. A mayor tranquilidad y relajación, mayor retención.

EN LO ESPIRITUAL.
Se debe procurar que la lectura produzca una satisfacción. Lo ideal es ir más allá de la mera recopilación de información.

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